Las Playas de La Costa Gallega

Galicia es una comunidad autónoma de España que cuenta con hermosos escenarios naturales. Las costa gallega lindas playas atraen a cientos de visitantes durante todo el año. Cada una de ellas tiene algo especial que la vuelve inolvidable para quien la visita. Galicia está formada por las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra.

Playa Rodas: Es una linda playa de arena fina y aguas cristalinas. Abarca 1300 m de largo x 30 m de ancho. Está en Vigo – Pontevedra, Galicia.

Playa As Catearais: Es una esplendida playa para tomar el sol echado sobre la arena blanca y fina y por las formas rocosas inusuales que la rodean. Está en Aguas Santas, Ribadeo – Lugo, Galicia.

Playa Trece: La encantadora playa se encuentra aislada. Por sus encantos es una de las hermosas de Galicia. La encontramos en Camariñas – Coruña, Galicia.

Playa Melide: Muy concurrida en época de verano. Su arena blanca y fina y sus aguas cristalinas son un atractivo único. Está en la Isla de Ons, Bueu – Pontevedra, Galicia.

Playa Baldaio: Está rodeada de hermosos lugares. Su arena blancafina es excelente para echarse a tomar el sol. Está en Carballo – Coruña, Galicia.

Playas virgenes en la costa gallega

Playa arenal de Trece en Camariñas

Aunque la presión urbanística en Galicia ha dejado apenas sin arenales vírgenes y sin masificar la costa gallega rebuscando aún podemos encontrar maravillosas zonas costeras sin edificios en el horizonte cuando estemos tumbados al sol.

En este caso se trata del arenal de Trece en Camariñas una playa de entorno virgende la costa gallega, fuerte oleaje donde el baño puede ser incluso peligroso. Está aislada y su acceso es difícil pudiendo hacerse tan sólo a pie y con mucha precaución. Está a continuación de la playa de Reira

Su longitud es de 500 metros y es una playa abierta y cuenta con la mayor duna rampante de Galicia, y que viene siendo una duna que está "escalando" un acantilado y un conjunto dunar absolutamente espectacular. Un auténtico lujo para los sentidos ya que la playa está rodeada por una zona de pinar y no se ve ninguna construcción humana... salvo el cementerio de los ingleses y una cabaña de descanso para los que siguen la ruta a pie.
El agua aunque fría es tremendamente cristalina, pero el oleaje no os dejará sentir el frío. La zona realmente merece la pena pero como os comenté el acceso es complicado.